22 octubre 2006

Forges, con sentido y mucho humor


Imagen, pocas y certeras palabras, mucha genialidad y un claro compromiso son los ingredientes básicos que utiliza el humorista Antonio Fraguas, conocido por la mayoría como Forges, para llamar la atención sobre los hechos y las injusticias que ve a su alrededor. La constante denuncia a través de sus viñetas de la situación que viven los colectivos sociales más desfavorecidos y la gran sensibilidad que ha mostrado Forges a lo largo de su trayectoria profesional en la manera de abordar la realidad de las mujeres, le han hecho merecedor de un Premio Meridiana en su edición 2001, que anualmente concede el Instituto Andaluz de la Mujer, en la modalidad de medios de comunicación. Cuando se levantó a recoger el premio, con una actitud entre emocionada y reflexiva, relató que mientras estaba allí sentado y el resto de galardonadas y galardonados recogía su premio, le había llamado gratamente la atención comprobar que muchas de las cámaras y reporteras gráficas que cubrían el acto eran mujeres, lo cual le había recordado su época en televisión, en la que era impensable que tantas chicas estuvieran al frente de la técnica. Forges publicó su primer dibujo en 1964, precisamente cuando trabajaba como mezclador de imagen en TVE. A partir de entonces, sus colaboraciones gráficas se sucedieron en publicaciones como La Codorniz, Pueblo, Ya, Hermano Lobo o Por favor, y en los diarios nacionales Arriba, Pueblo e Informaciones. De la pequeña pantalla, donde llegó a dirigir series como Vivir es lo que importa y 24 horas aquí, dio el salto al cine, debutando como director en 1975 con la película País, S.A., a la que siguió un año más tarde El vengador gusticiero y su pastelera madre. Pero más que la imagen televisiva y el celuloide, el papel ha sido el soporte que más ha utilizado este humorista, autor de libros con títulos tan ocurrentes como Forges nº 1, 2, 3, 4 y 5 de recopilación, Los forrenta años (cómic sobre la época franquista), La Constitución, Historia de aquí, historia Forgesporánea o Los manuales de Crisp and Son. Hoy en día, somos muchas las personas que repasamos las páginas de El País, El Jueves, Interviú, Lecturas o Jano a la búsqueda de la viñeta de Forges, colaborador habitual en estos medios.
¿Qué es para ti el sentido del humor?-El sentido del humor sugiere la constatación de la realidad, de lo que hacemos los seres humanos, sobre todo en nuestra civilización, pasándola por el prisma del sentido común. Muchas de las acciones que cotidianamente realizamos, si las pasamos a través del sentido común, surge la expectativa del mundo. Por ejemplo, un programa de humor extraordinario en televisión y que no está en la zona de los programas de humor, pueden ser las declaraciones en directo en la comisión de Gescartera. Ellos están serios y se creen que nosotros nos lo creemos. Esa sonrisa que surge en ese momento se debe a que al aplicarle el sentido común, nos damos cuenta que están mintiendo descaradamente.
Gran parte de tus viñetas tienen un contenido social y político. ¿Te sientes involucrado con algo?
Los que nos dedicamos a estos follones, escribiendo, dibujando, o, como dicen ahora los cursis, los comunicadores, tenemos como una especie de excelsa misión de cantar, gritar, sugerir, susurrar al poder, lo que nuestros lectores no pueden. Hay veces que uno se equivoca y otras no, pero normalmente si uno emplea el sentido común, lo que dice es muy asumido por muchísima gente. Hasta ahora, en mis casi cuatro decenas de años de vida profesional, he recibido unos diez o doce anónimos insultantes y amenazantes, o cartas de disconformidad, pero, aunque suene un poco griego, miríadas y miríadas de cartas de estar de acuerdo. Por tanto, he tenido la suerte de hacer un poco de intérprete de lo que es el sentido común en el resto de mis colegas congenéricos.
Muchos quieren solucionarlo a través de la guerra...
Con la guerra no se ha solucionado nunca nada. Siempre lo empeora. En las guerras los que vencen son unos vencidos y los que pierden son aún más vencidos, pero todos son vencidos. Por eso hay que distanciarse y poner las cosas en su sitio. Yo creo que hay personas que están muy interesadas en asustar a la gente, precisamente, para sacar dinero, o beneficios, o poder o lo que sea, a esa referencia. Estamos viendo cómo en estos momentos nuestro gobierno, democráticamente elegido, quiere a toda costa enviar tropas, seres humanos -efectivos, como se dice ahora fríamente-, cuando en realidad lo que habría que hacer, para desarbolar a Bin Laden, es que no hubiera hambre en el mundo. Entonces no habría Bin Ladens en ningún lugar. Y los culpables de que haya hambre en el mundo, son los mismos que no tienen ningún inconveniente en armar ejércitos que valen sobotecientos trillones de pesetas, que con eso estaría el hambre acabada ya.
¿Crees que lo de las torres gemelas es un gran chiste para los Estados Unidos?Yo no creo que sea un gran chiste, es un auto sacramental. Si esto lo hubiera cogido Calderón de la Barca, hubiera hecho un gran auto sacramental. ¿Por qué? Porque tiene de todo. Tiene la famosa frase de quien la hace la paga; tiene la famosa frase del divide y vencerás; tiene la famosa frase de que los niños y los ancianos son lo más importante de los seres humanos. Tiene lo más importante, de que el fuerte nunca es el fuerte ni el débil siempre es el débil, porque el fuerte acaba siendo el débil. A mí me afectó directamente lo de las Torres Gemelas, porque teníamos una relación con la familia de esa chiquita española que murió en ellas. Lo que sí es cierto es lo inseguros que estamos los seres humanos sobre la faz de la tierra. Eso está bien. Nosotros los mediterráneos, los latinos, los cántabros, los astures, en general los viejos pueblos europeos, sabemos mucho de la inseguridad y sabemos también que esta inseguridad se combate con el intelecto. Espero que esto les enseñe a pensar y a convivir con la inseguridad, que es una forma bonita de vivir en el universo.

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